El pasado mes de julio nos dejaba la persona que hizo posible que las aguas del Segura volvieran a acompañarnos durante el descenso del cañón.
Don Julio Muñoz nos abrió la puerta a la ilusión, nos sentó en su despacho, nos escuchó y lo más importante, solucionó nuestro problema.
Un ingeniero al servicio del ciudadano, un hombre irrepetible al que la OJE de Cieza le debe mucho.
Esté donde esté, que le valla muy bien Don Julio.
ARTICULO EN LA OPINIÓN DE MURCIA
ARTICULO EN LA VERDAD
PEDRO RÍOS
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